Inicios de la tecnología de AF:
1923-1962
Otto Erbe fija un nuevo rumbo para la empresa. En el área técnica apuesta por el desarrollo de un explosor regulable con contactos de wolframio en lugar de de plata, para el cual obtiene una patente en 1931.
Otto Erbe (1884-1965)
En 1923 Pauline deja la empresa en manos de su hijo Otto Erbe, quien anteriormente ya ha colaborado en su dirección y obtenido en 1921 un diploma como óptico en Jena. Bajo su dirección, la empresa artesana se va convirtiendo paulatinamente en una compañía industrial y el desarrollo técnico progresa rápidamente. Desde 1919 la tienda, las oficinas y la vivienda se encuentran en el edificio de Holzmarkt 7 y a partir de 1920 la producción ocupa la antigua central de abastecimiento de aguas de la Hechinger Straße 35.
Llega la crisis económica mundial, la inflación y la Segunda Guerra Mundial. Otto Erbe está a los mandos de la nave empresarial durante estos difíciles tiempos que también lo son en el terreno familiar: su mujer Ella y él pierden dos de sus tres hijos. Mueren como soldados en la guerra. Su hijo Helmut, nacido en 1928, es ahora el único que podrá hacerse cargo de la empresa familiar en el futuro.
Otto Erbe fija un nuevo rumbo para la empresa. En el área técnica apuesta por el desarrollo de un explosor regulable con contactos de wolframio en lugar de de plata, para el cual obtiene una patente en 1931. Pone la primera piedra para la cirugía de alta frecuencia en la producción y convierte el nombre en marca: en los años 1930 se unen al Erbotherm el Erbotom, el Erbetrans, el Erbe-Simplex y otros aparatos con un nombre ahora inconfundible.
En los primeros años de la Segunda Guerra Mundial, Erbe es proveedor de parques sanitarios y hospitales militares del ejército alemán. En aquella época se da prioridad al armamento por delante de los aparatos médicos, ya no hay accesorios disponibles y Erbe también realiza encargos para el ejército. Durante este tiempo, la empresa se mantiene gracias a los beneficios que la tienda obtiene de la venta de gafas, prismáticos y fotografías.
A principios del siglo XX los aparatos de diatermia sirven tanto para el uso terapéutico como el quirúrgico. Alrededor de 1920 Erbe comercializa los primeros aparatos de alta frecuencia. En 1923 se lanza el primer aparato de AF de uso exclusivo para la cirugía: el Erbotherm 900 HC. Está equipado con el explosor de wolframio desarrollado en la empresa, cuyos contactos son menos sensibles a la corrosión y que permite utilizar intensidades de corriente regulables. El nombre se convierte en marca: en 1930 a la serie Erbotherm le sigue la serie Erbotom. Se fabrican los primeros aparatos de onda ultracorta con generadores de tubos.
El "Erbe X" es toda una sensación en los círculos profesionales. Es el primer equipo de rayos X portátil que se puede utilizar directamente en la cama del paciente. A pesar del trabajo pionero realizado en su desarrollo, Erbe no participa en su éxito comercial. La necesaria fabricación de un aparato de baja frecuencia en Tubinga fracasa debido a la patente de un competidor que protege la toma de tierra de la caja de diafragma.
Junto con el director de la Clínica Universitaria de Cirugía, el Prof. Dr. Martin Kirschner, Otto Erbe desarrolla en 1928 un dispositivo de puntería para la sección térmica de las fibras conductoras del dolor del ganglio de Gasser, una central de conmutación en el nervio facial trigémino. El acceso para los instrumentos de electrocoagulación se realiza a través del orificio oval, situado en la base del cráneo. El método evita a numerosos afectados dolores extremadamente intensos, la mayoría de las veces crónicos.
Una vez finalizada la guerra, Otto Erbe participa en la reconstrucción democrática de Alemania. involucrándose en la política municipal, comarcal y regional. En 1946 obtiene la mayoría de los votos en las elecciones municipales y en 1948 se convierte en teniente de alcalde. Es miembro de la asamblea consultiva del estado federado de Württemberg-Hohenzollern. La fotografía muestra su carné de delegado de 1946. Por su compromiso, Otto Erbe es distinguido con la Cruz Federal del Mérito de primera clase y en 1956 es nombrado ciudadano de honor de la ciudad de Tubinga.
Cuando fallece en 1965, Otto Erbe deja una empresa con unos sólidos cimientos.